La terapia de los aromas

La aromaterapia es una terapia natural consistente en la utilización de aceites esenciales con fines terapéuticos, para tratar patologías y mejorar el bienestar y la salud, restaurando el equilibro físico, mental y emocional. El término fue introducido en 1928 por el farmacéutico francés René Maurice Gattefosé, padre de la aromaterapia moderna, pero este arte es milenario y universal. En algunos tratados se puede encontrar también bajo el nombre de “medicina aromática”.

Gattefossé se quemó la mano mientras trabajaba en su laboratorio debido a una explosión, y tuvo el instinto de meterla en un recipiente que contenía aceite esencial de lavanda. El alivio fue instantáneo, y la herida curó y cicatrizó con gran celeridad. A partir de ahí, se dedicó a estudiar los aceites esenciales, especialmente sus propiedades antibacterianas.

La aromaterapia como terapia puntera en medicina natural está así vinculada sobre todo a la tradición médica francesa, y a la fitoterapia, terapia natural que utiliza las plantas para la prevención y tratamiento de diversas enfermedades.

Las dos corrientes principales actuales para practicar la aromaterapia son la escuela francesa y la anglosajona, que se diferencian en su forma de entender y de practicar; varía por ejemplo la forma de aplicar los aceites esenciales y sus dosificaciones. Una tercera corriente surge más tarde como fusión de las dos anteriores.

Escuela francesa. Reúne médicos, químicos, farmacéuticos e investigadores de diversas disciplinas. Su enfoque es eminentemente científico, basado en una metodología rigurosa que se inspira en datos científicos sólidos.  Para ellos, la llamada “aromaterapia científica”, desarrollada por Penoël y Franchomme, es el uso de aceites esenciales bioquímicamente definidos, por vía cutánea, oral o atmosférica, con la finalidad de prevenir o tratar diversas afecciones y patologías en el hombre o en los animales. Se apoya en la relación existente entre los componentes químicos de los aceites esenciales y las acciones terapéuticas que resultan de ellos. Una de las aportaciones fundamentales de la Aromaterapia Científica fue el concepto de quimiotipo, introducido por Pierre Franchomme en 1975.

A la rama francesa de la aromaterapia se le conoce también como fitoaromaterapia. En esta escuela el terapeuta da respuesta al problema concreto del paciente.

Escuela anglosajona. Surge con Marguerite Maury en el Reino Unido en 1950, quien determina una aplicación de los aceites esenciales solo por vía tópica, ya sea inhalaciones, baños o masajes, y en una dilución del 1-2%. Se centra en las propiedades estéticas, cosméticas, de relajación y bienestar de los aceites esenciales . Es fácilmente aplicable por cualquier persona y con riesgos prácticamente nulos.

Aromaterapia holística o aromaterapia energética. En la década de los 80, algunos integrantes de la escuela anglosajona, descontentos con el giro que parecía estar dando su escuela, y apreciando el desarrollo científico de la escuela francesa, hicieron una fusión de ambas escuelas en un tercer enfoque. Tienen una visión global del ser humano, con sus planos físico, mental, emocional, energético y espiritual, así como su relación con el entorno, y los desequilibrios pueden tratarse con aceites esenciales tanto por vía oral como tópica. Determinan cuál es el o los aceites esenciales que convienen a cada individuo en función de su estado y nivel vibracional.

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