El vinagre de los cuatro ladrones

Cuenta la leyenda que en Francia, en el medievo, durante la epidemia de peste bubónica, cuatro ladrones se dedicaban a robar en las casas de los moribundos, donde entraban tan ricamente sin caer enfermos en ningún momento.

Cuando finalmente fueron apresados, el tribunal que les juzgaba les prometió clemencia si revelaban el secreto de su inmunidad ante la enfermedad.

Arrinconados, no tuvieron más remedio que contarlo: maceraban en vinagre durante unos días una serie de plantas medicinales, entre las que estaban el romero o la salvia, y después de colarlas se restregaban todo el cuerpo con ese vinagre, que contenía ya los principios activos de las susodichas plantas.

La receta, con innumerables versiones, ha llegado hasta nuestros días. Algunas incluyen orégano y tomillo, otras añaden alcanfor o clavo, y hay hasta quien se anima a aumentar el número de ladrones implicados, llegando a ser siete. No es raro encontrar esta fórmula comercializada en ferias medievales de lo más variopintas.

Y aunque las plantas utilizadas tienen muchas propiedades, como pueden ser antibacterianas o antifúngicas, dicen los estudiosos que al parecer la razón de que nuestros pillos no enfermaran se debía en realidad a que la mezcla preparada era un potente repelente de insectos, entre ellos las pulgas, que transmitían la peste a través de sus picaduras.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s